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No te entretengas en entender las palabras;
los hombres
cuando hablan,
callan.
Escucha – no obstante – los gestos de sus ojos
y el aire murmurar alrededor de sus labios;
el silencio por entre sus sonrisas
y la paz de las manos.
No les des palabras. No les des la soledad
de los discursos que apuntan a la nada.
Y dales tu sonrisa,
la paz de tus manos
extendidas,
la palabra rendida de discursos;
el aire de tu aliento,
el aliento de la sangre en corazón de hombre,
de tus ojos la luz
en tu mirada.
Julio G. Alonso
Poema publicado en la antología colectiva Universos Diversos, Poesía del Siglo XXI (Editorial Alaire, 2009)
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