El final de Sancho Panza y otras suertes.- Andrés Trapiello

El final de Sancho Panza y otras suertes
Andrés Trapiello

Ediciones Destino.-Colección Áncora y Delfín.-Volumen 1309
ISBN 978-84-233-4867-1.- 2014

El final de Sancho Panza y otras suertes.- Andrés TrapielloEsta novela representa ser la continuidad de Al morir don Quijote, una segunda parte muy al modo de lo que fue la segunda parte del Quijote de Cervantes, novela que Andrés Trapiello –experto conocedor de la obra cervantina- nos da a conocer a través del desarrollo argumental de la suya, produciendo la impresión o el espejismo de no haber salido ni una página de la creación de Cervantes. Tan bien hecha está.

El vocabulario es rico y escogido, propio de la época en que se ambienta la novela, dándole color sin que deje de ser una prosa radicalmente actual. La descripción de los vestidos, trajes y telas, está llevada a cabo con una minuciosidad y precisión exquisitas. Es sabido que Miguel de Cervantes entendía de tejidos y es notoria su maestría para describirlos y describir los trajes de la época en su novela, lo que Andrés Trapiello –consecuente con su planteamiento- trasladará a su trabajo.

El discurso de la acción nos va remitiendo a diferentes pasajes del Quijote y será don Quijote uno de los protagonistas principales que influirá en casi todos los avatares de los demás y su destino, aún estando muerto. Va completando pasajes, poniendo nombres y dirigiendo el curso de sus vidas de forma muy coherente con el espíritu de la novela de Cervantes, con aventuras, lances y experiencias en las que los magos y la magia y los encantamientos se adivinan, intuyen y sugieren.

Una de las referencias al Quijote, muy inspirada e ingeniosa, es la que recrea de manera creativa los famosos consejos que diera don Quijote a Sancho Panza cuando éste se disponía a hacerse cargo del gobierno de la ínsula Barataria. En esta ocasión será Sancho Panza quien dirija sus consejos a su burro Almanzor, viéndose en la necesidad de dejarlo en Sevilla al cuidado de unos actores de comedias para embarcarse con Sansón Carrasco, el Bachiller, la sobrina de don Quijote y el ama, hacia las américas. El texto, sabrosísimo, dice así: Sigue leyendo

Al morir don Quijote.- Andrés Trapiello

9788423338016trapielloNo quisiera dejar pasar la ocasión de recomendar una lectura  para la cual no hace falta haber leído previamente el Quijote y que viene servida de la mano de Andrés Trapiello con el título Al morir don Quijote (Ediciones Destino, Barcelona.-2004).

El escritor leonés (Manzaneda de Torío, León.-1953), apasionado de la obra cervantina en general y del Quijote en particular, recrea en esta novela la vida de los personajes que dan vida al Quijote una vez que éste ha muerto. No es difícil hallar referencias a la obra cumbre cervantina en otras publicaciones de este autor, como se puede leer en su premio Nadal 2003, Los amigos del crimen perfecto (pag.48) (Destino, Barcelona.-2003): Las novelas policiacas clásicas, como yo las entiendo, son cosa de hombres, como las de caballería. ¿Quién es Dulcinea? Nada, nadie, una sombra, el deseo de don Quijote. Por eso el Quijote no les gusta a las mujeres. Allí no sale una mujer romántica, que suspira. El que suspira es el hombre, y eso a las mujeres no les gusta ni en la vida ni en las novelas. O como agrega más adelante (pág. 287): a don Quijote, para vivir, le bastaba con lo ficticio. Lo necesario acabó con su locura, pero también con su vida.

El conocimiento y el buen gusto de Andrés Trapiello, nos aseguran una obra bien hecha, amena, creíble, que nos traslada a aquel octubre de 1614 al pie del lecho de muerte del ya reconvertido caballero don Quijote en su alter ego Alonso Quijano, el bueno, para, respirando con un lenguaje actual el aire otoñal de ese lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme, tomar el pulso, la lágrima, la emoción, el sueño y aspiraciones, la ilusión y la vida cotidiana apegada al terruño, el paisaje y la luz que con el hidalgo manchego compartieron Sancho, ama, criada, sobrina, cura, bachiller, barbero y cuantos personajes tuvieron que seguir su vida cotidiana. Sigue leyendo

POEMAS DE CALENDARIO, nuevo libro

POEMAS DE CALENDARIO es el cuarto título publicado en solitario; antes fueron «Testimonio de la desnudez«, «Lucernarios» y «Ruido de ángeles«. Estos poemas no habían nacido con vocación de ser libro, pero el editor y poeta almeriense Alonso de Molina y su editorial De Sur a Sur pensaron que sí merecían la oportunidad de ser dados a conocer en forma de libro, ¡y aquí está!

La idea original (llevada a la práctica en dos ocasiones) fue reunir fotos temáticas de viajes (por ejemplo de portalones, puertas, faros, puentes, etc.) y hacer un calendario con un poema por cada mes y su correspondiente fotografía para la familia y amigos. Luego, durante siete años, he ido reuniendo poemas para cada mes con temas diferentes, aunque no hayan terminado convertidos en calendarios. Y eso ha sido todo hasta la propuesta -como digo- del amigo Alonso de Molina de hacerse cargo de su edición. Son poemas apegados a los cambios estacionales, la naturaleza, los refranes, las costumbres y -cómo no- al amor y los compromisos sociales. De todo ello, si te place, toma lo que quieras y disfrútalo. El libro está en Amazon.

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El niño.- Fernando Aramburu

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El niño
Fernando Aramburu

TusQuets editores.- abril de 2024

He terminado de leer “El niño”, de Fernando Aramburu. Temía abrir sus páginas. A fin de cuentas yo era uno de los maestros que trabajaban en el Marcelino Ugalde en aquellas fechas de octubre de 1980, cuando una terrible explosión de gas propano destruyó el edificio dejando cincuenta y tres víctimas mortales, cincuenta niños de Primaria y tres adultos, un maestro, una maestra y la cocinera. Fue un jueves de octubre, un día 23 a las doce del mediodía, hora del ángelus, cuando la devastación cayó sobre nosotros con todas las consecuencias.

Digo que temía abrir las páginas de esta novela que arranca de aquel terrible suceso. Y me costó mucho trabajo abrirme camino por sus páginas, sobre todo en la primera parte del libro, más apegada la narración a los primeros momentos, días y semanas de la tragedia. A cada capítulo, a veces a cada párrafo, tenía que parar sin poder contener las lágrimas. Los recuerdos me asaltaban y los sentía como cuchilladas o dentelladas de lobo. ¡Y son tantos! EptmQ_lXYAIM6LJPero, aunque no se recoge en la novela de Aramburu, quiero –una vez más- rendir un gran homenaje a la entereza de la recién estrenada directora del colegio de aquel curso, elegida casi de manera unánime por el claustro, Mari Tere Ormaetxea. Ella, en medio de la terrible confusión reinante, con su hija cogida de la mano, vio cómo levantaban el cadáver del hermano de la pequeña, su otro hijo. Y supo seguir en su puesto al frente del colegio desaparecido luchando por la escuela y el futuro de la misma en un pueblo sumido en el desconcierto y el dolor. Al curso siguiente sería otro maestro quien tomara el relevo en la dirección y, antes de concluir el otro curso, yo mismo tuvo que ser quien asumiera esa responsabilidad.

Ya sé que todo ello son cosas extraliterarias y ajenas al contenido de la novela que, acertadamente, no se recrea en los hechos para hacer tremendismo ni plasmar un sentimentalismo barato jugando con las emociones y la desgracia de las víctimas y sus familiares. Pero sentí que tenía que decirlo.

Sé que a Fernando Aramburu no le habrá resultado fácil esta escritura. La sensibilidad del escritor, sin embargo, ha conseguido acercarse y acercarnos una historia real con la dureza de los acontecimientos y la ternura de la mirada, el respeto y el rigor exigidos para que la novela sea lo que tiene que ser, una buena obra literaria. Sigue leyendo

La derrota

don-quijote-de-la-mancha-y-el-caballero-de-la-blanca-lunaLA DERROTA
El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha
Miguel de Cervantes Saavedra
Segunda  parte.- Capítulo sexagésimo cuarto

Que trata de la aventura que más pesadumbre dio a don Quijote de cuantas hasta entonces le habían sucedido

 Este capítulo 64 de la II Parte del Quijote puede juzgarse como uno de los más tristes de los tristes episodios narrados en la novela; en él no quiso Cervantes mostrarnos otros acontecimientos que estorbaran el protagonismo capital de la derrota de don Quijote a manos de El Caballero de la Blanca Luna en las playas de Barcelona. Y lo hará de manera breve y concisa.

Siendo éste el capítulo que marca el punto de inflexión de la trama anunciando el final irremediable de las aventuras y desventuras del Caballero de la Triste Figura, bien merece que nos explayemos en él con un poco más de atención.

Aunque Cervantes trata el hecho sin grandes aspavientos, incluso con una contención no sé si calculada, impuesta por el peso de la trascendencia de lo narrado para la continuación de la novela, o por cansancio, considero de interés juzgar –a la luz del atrevimiento y la osadía de la especulación- cuanto se dice  ocurrió a la orilla del mar Mediterráneo en la ciudad condal.

derrota1En los primeros párrafos se le plantea a don Quijote la posibilidad de enfrentar una aventura marinera, embarcándose hacia tierras moras y a la que el bueno de Sancho pone muchas objeciones y no menos atinadas razones. Ya no es éste un diálogo entre el señor y el servidor, entre el amo y el criado, sino la conversación de igual a igual entre dos personas, dos paisanos, dos camaradas. Sancho argumenta, pensando en sus legítimos intereses y considerando el peso de sus miedos, y don Quijote escucha y atiende a los argumentos del escudero. Pero, de pronto, todo ello pasará a un segundo plano cuando sobre la suave arena de la playa haga su aparición la figura imponente de un caballero sobre su montura y bien armado. Ni don Quijote ni sus acompañantes dan crédito a lo que ven. El caballero se hace llamar El de La Blanca Luna y viene, ni más ni menos y por derecho, a desafiar a don Quijote poniendo en tela de juicio y discutiendo la belleza de Dulcinea del Toboso.

Los presentes en la escena no sabían si era broma inventada por otros distintos a ellos o no, aunque deciden pensar que lo es y dejar seguir el juego.

Y a partir de aquí se suceden y precipitan los acontecimientos. Las condiciones del duelo son, para el caso de la derrota de don Quijote, las de proclamar la superior belleza de la desconocida dama del desafiante junto con la de retirarse a su casa con sus armas y recogerse en ella y en paz por espacio de un año. Si el Caballero de La Blanca Luna fuera derrotado, éste aceptaría la superioridad de Dulcinea y todas sus victorias y fama pasarían a acrecentar las ya conseguidas por don Quijote.

Aceptará don Quijote las condiciones, aunque renunciando a la fama del Caballero de La Blanca Luna, porque –afirma con orgullo- ni la necesita ni la conoce, y se preparan – dicho esto- para el duelo, tomando cada cual la parte conveniente del terreno. Sigue leyendo

Miguel Hernández.- A los 100 años

imagescaiq36jaMiguel Hernández Gilabert

Hizo 100 años, aquél de 2010, del nacimiento del poeta; 68 de su muerte en las cárceles franquistas, con 31 de edad. Y hoy perviven el hombre y el mito; pero, por encima de todo, su obra literaria.

Del hombre y sus contradicciones sabemos los orígenes en Orihuela (Alicante), su formación en el espíritu católico conservador de las Escuelas del Ave María, también de sus estudios de bachillerato con los jesuitas, de disponer a su alcance de profesor particular cuando su padre, mirando bien por el negocio familiar, lo pone a trabajar como cabrero. Hombre extremadamente observador que  su estrecho contacto con la Naturaleza lo llevará al conocimiento minucioso de los nombres y características de toda clase de pájaros y otros animales y plantas. Inteligente y brillante en sus estudios y con ganas ilimitadas de saber y aprender. Será, en este sentido, ocasión para que le saque provecho a la extraña amistad con Ramón Sijé teniendo acceso a una bibliografía extensa, al igual que su relación con el controvertido Luís Almarcha que acabaría -una vez terminada la guerra civil- siendo obispo de León. Tanto Ramón como Almarcha eran de derechas, incluso se podría decir que de extrema derecha si atendemos a las veleidades ideológicas y políticas  predicadas y practicadas por Sijé: impulsar a la juventud a una actitud antiliberalista, poniendo como objetivo de la vida un orden moral basado en un concepto retrógrado de la decencia y animando a esa misma juventud a luchar contra los subversivos utilizando la violencia, haciendo uso de lo que en aquel entonces se conocía como el derecho de estaca. De Luís Almarcha qué decir si lo dejó morir en la cárcel. Él mismo escribió, confesando su remordimiento: Dicen que el tiempo lo borra todo y, a veces, lo único que hace es reavivar el fuego de los recuerdos con mayor fuerza para nuestro pesar. Almarcha es quien pagará la primera edición del poemario de Miguel titulado Perito en Lunas. Le consigue publicaciones en el periódico El Pueblo (Orihuela) que él mismo dirige  y Miguel le solicita algunas influencias para buscar trabajo en Madrid que no prosperarán. Pero cuando puede salvarle la vida, no lo hace.

¿Cómo un hombre como Miguel Hernández llega a un compromiso tan fuerte con las izquierdas después de haberse rodeado de estas amistades? Tal vez la respuesta, una respuesta posible, la encontremos en su natural inteligencia, por un lado, y por otro la apuesta por las libertades y el compromiso con el pueblo por un progreso social que él veía necesario y que adivinaba posible con el proyecto de la II República. Las amistades madrileñas, Antolaguirre, Rafael Alberti, Cernuda, Delia del Carril, María Zambrano, Vicente Aleixandre y, sobre todo, la influencia de Pablo Neruda, resultaron decisivas en el enfoque político de sus ideas y la asunción de su compromiso que dará comienzo nada más proclamarse  la II República al ser nombrado presidente de las recién constituidas Juventudes Socialistas de Orihuela. Participará de manera muy activa en las Misiones Pedagógicas de 1935 con M. Zambrano, la pintora Maruja Mallo, V. Aleixandre y el propio Pablo Neruda.  Más adelante, sorprendido y aterrorizado por el asesinato de Federico García Lorca en los primeros días de la sublevación militar del 36, se apunta al Partido Comunista y marcha al frente. Escribe Viento del Pueblo. También ha escrito la Elegía primera dedicada a F. García Lorca. A diferencia de la elegía a su amigo Ramón Sijé, escrita desde el remordimiento y el sentimiento de culpa por su alejamiento y práctico abandono de dicha amistad, ésta se escribe desde la admiración por la talla literaria de Lorca (admiración no correspondida, pues García Lorca no lo podía sufrir y evitaba a Miguel) y también desde el miedo por lo que significaba de amenaza para todos este crimen. Se casa por lo civil en 1937 con Josefina Manresa, hija de un guardia civil sublevado , y viaja a Rusia con una delegación Sigue leyendo

Historia de una maestra.- Josefina Aldecoa

2427Historia de una maestra
Josefina Aldecoa

Editorial Círculo de Lectores.- Barcelona, 1991

La Generación del 50 cuenta, entre sus miembros, con la figura de la escritora leonesa Josefina Aldecoa, nacida a orillas del río Bernesga en La Robla el año 1926. Josefina Aldecoa es el heterónimo de Josefina Rodríguez Álvarez; el apellido literario Aldecoa lo tomará de su marido, el escritor alavés Ignacio Aldecoa. Josefina, que no quiso publicar su poesía por considerarla irrelevante, se formó como maestra influenciada por las directrices de la Institución Libre de Enseñanza de la que formaron parte su madre y su abuela. Participará en la revista literaria Espadaña en la que se propugnaba la escritura de una poesía comprometida de tono desarraigado y existencial. La revista, publicada en León e impulsada por Victoriano Crémer, Antonio González de Lama, Eugenio García de Nora, Manuel Rabanal y Luís López Santos, fue un revulsivo en el régimen de la dictadura franquista.

Josefina Aldecoa maestraLa “Historia de una maestra” de Josefina Aldecoa es un homenaje a la memoria de su madre y un testimonio histórico del difícil y tortuoso camino de la Enseñanza en unos tiempos convulsos en los que las desigualdades sociales, los privilegios y el control ideológico de la Iglesia chocaban con las aspiraciones a la educación, la igualdad de oportunidades, las libertades políticas y los derechos de la clase obrera y campesina. En este contexto, la joven maestra se lanzará a la aventura de un trabajo educativo cargada de esperanzados ideales para formar personas libres y emancipadas de la tutela moral e ideológica de la Iglesia y las clases dominantes. Y su experiencia dará comienzo en Guinea Ecuatorial, la colonia española en tierras africanas donde a la situación política de la península se sumaba la de la colonización y los derechos de los nativos.

Ya en España, la maestra recorrerá los pueblos de la montaña leonesa chocando con la precariedad de recursos y la mentalidad conservadora que ve en la educación un valor secundario; una sociedad atrasada para la cual lo primordial es la subsistencia a base de trabajar mucho, cuanto antes y en condiciones precarias.

A lo largo de la historia que la maestra va desgranando se multiplican los referentes leoneses en gestos, costumbres y usos lingüísticos que fotografían con nitidez el momento histórico narrado. Harán su aparición, por supuesto, el amor y la pasión junto a los problemas y las soluciones, temas como las agresiones sexuales, la asignación de roles a hombres y mujeres, y los desajustes de los programas educativos para dar respuesta a los mismos, así como las esperanzas depositadas en el nacimiento de la II República para hacer de la educación una herramienta de transformación social y cultural en orden a la justicia y las libertades políticas. Sigue leyendo

El Señor de Bembibre.- Enrique Gil y Carrasco

el-senor-de-bembibreEl Señor de Bembibre.- Enrique Gil y Carrasco

Conservo la edición de Clásicos Ebro (Editorial Ebro, Zaragoza.-1982), pero cualquier edición de la que dispongáis será una gran ocasión de disfrutar la prosa de Enrique Gil y Carrasco, este leonés de Villafranca del Bierzo, definido como el poeta de la melancolía, que escribió en este género propio del romanticismo como es la novela histórica.

El espíritu romántico se manifiesta en sus facetas más singulares: la evasión de la realidad, el libre juego de la fantasía, la evocación de la Edad Media y la exaltación pasional (sic) (Prólogo de la edición Ebro).

Enrique_Gil_y_CarrascoEl argumento de la novela trata de una historia de amor entre los jóvenes de dos grandes familias de la nobleza leonesa, una de ellas perteneciente a la poderosa Orden del Temple, cuyo maestre ocupaba el castillo de Ponferrada. La imposibilidad de llevar a buen puerto las relaciones y amores iniciados entre los jóvenes de la historia desembocará en una serie de situaciones dramáticas entre las que, junto a la historia desgraciada de los amantes, se suceden los acontecimientos que irán minando y destruyendo el poder de los templarios.

Pero la belleza de esta novela, en mi opinión, se crece en las descripciones del paisaje, de manera que éste, lejos de aburrirnos o poner trabas a la narración, cobra singular importancia, se fusiona con la historia de manera genial y llega a ser, por derecho propio, un personaje más de la novela.

Una lectura amena y recomendable de un autor muy significativo del Romanticismo, autor de «Los españoles pintados por sí mismos«, una interesante colección de artículos costumbristas, y el poema «A Espronceda» a la muerte de este autor, amigo y mentor de Gil y Carrasco. Enfermo de tuberculosis, morirá en Berlín el 22 de febrero de 1846 a la temprana edad de 31 años.

González Alonsopaseo-fluvial

Antonio Machado. Ligero de equipaje

imagesca2ic7p2Antonio Machado
(26/07/1875 a  22/02/1939)

Dos amores. Leonor Izquierdo, primera novia, primer ángel, única esposa del autor andaluz nacido en Sevilla. Pilar de Valderrama, transformada en Guiomar, en Dulcinea de amores imposibles ardientemente platónicos. Por los dos amores sufrió y vivió: por la muerte temprana de su esposa y por la imposible e inalcanzable, sino en sueños y versos, Pilar.

Tres amores. El tercero, aún más ancho y más hondo, de raíces profundas de olmos centenarios y páramos de cereales, de ríos y cordilleras que recorren toda España, también le alcanzó el alma, el aliento, la vida. El último de los representantes de la Generación del 98 sintió y escribió la certera herida al costado de la historia:

Españolito que vienes
al mundo te guarde Dios;
una de las dos Españas
ha de helarte el corazón.

Se cumplen los años de la muerte de Antonio Machado, maltrecho y malherido por tantas muertes de una guerra civil y un exilio que fue como el paredón de fusilamiento en el que entregó sus sesenta y cuatro años de existencia. Antes, tuvo que pasar por otros dolores y otras despedidas, como la de su joven amigo Federico García Lorca, escribiendo con infinita tristeza y rabia infinita:

Se le vio, caminando entre fusiles
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—
Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, en su Granada.

El último viaje del poeta Antonio Machado, Madrid,  Valencia, Barcelona, Roset (Gerona), Viladasens (Gerona), Colliure (Francia), es también el último de una España republicana derrotada. Atrás quedaron los sueños de amor. Ligero de equipaje, como había vivido siempre, llegó a la estación donde le esperaba el último tren. Y así nos dejó. Sigue leyendo

Gabriel García Márquez, la soledad de cien años que nos acompañará siempre

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ. Foto: The Douglas Brothers / Copy righ Haper-PerennialDicen que murió Gabriel García Márquez, el autor que supo escribir Cien años de soledad y que sólo pudo acompañarnos durante 87 años en esta tierra, tan llena de cosas extraordinarias y míticas como prosaicas y diarias, el componente básico del realismo mágico manejado con magistral maestría por el autor colombiano.

Si es verdad que ha muerto Gabriel García Márquez tenemos que lamentar la muerte de una parte significativa de la creación literaria en lengua española en el mundo. Perder referentes de esta talla es siempre un dolor añadido. La magnífica pulcritud y riqueza desbordante del lenguaje del Premio Nobel (1982) han servido y servirán de guía para los cientos de millones que usamos y amamos el español como lengua en ésta y la otra orilla del Atlántico. La gratitud al hombre que fue y escribió enriqueciendo nuestra realidad y ampliando con generosidad los horizontes de la cultura, será para siempre. Sigue leyendo