Desde Berlín
Tributo a Lou Reed
Producción Teatre Romea
Juan Villoro, Juan Cavestany y Pau Miró
Dirección: Andrés Lima
Intérpretes: Nathalie Poza y Pablo Derqui
Teatro Barakaldo.- 8 de noviembre de 2015
Difícil sustraerse al impacto de este paseo mágico y dramático por el universo contradictorio, profundamente nihilista y destructor, que nos conducirá al reinado de la droga que consumió a la juventud de los años setenta del pasado siglo, el caballo o heroína. Pero no sólo eso. La obra de teatro Desde Berlín pone sobre la mesa el reto y la dificultad de vivir las convenciones sociales cuando se quiere y se está dispuesto a vivir a fondo, lo que abarca el abanico de las pasiones, el amor, la necesidad de libertad absoluta. Pero la absoluta decisión de sentirse vivos conduce a callejones sin salida, viajes sin retorno y, sobre todo, la amarga constatación de que la felicidad pasa de largo o se nos queda poco tiempo entre las almas y las carnes, no pudiendo ser apresada y congelada en una fotografía; de igual modo, resulta inevitable -por más que nos tapemos los oídos y cerremos los ojos- sentir que la felicidad de los demás, los hijos, los amigos, la pareja, la familia, los vecinos, exige ceder parte de la necesidad propia para saber del otro y no morir ahogado en uno mismo.
Lou Reed cantaba, gritaba, su inconformismo desde una experiencia personal traumática con sus tendencias sexuales y crítico con prácticas como la prostitución.
No me gustaba la escuela.
No me gustaban los grupos.
No me gustaba la autoridad.
Y sus razones tenía. El camino del rock and roll y la heroína lo condujeron a expresar su descontento. Vivió el primero y sobrevivió a la segunda para morir en Southampton-EEUU, en 2013. Había nacido en Nueva York el año 1942.
De la historia grabada en vinilo en los años 70 por Lou Reed en el álbum titulado Berlín, brota esta puesta en escena en la que se escucharán parcialmente y se vivirán, las canciones del disco a través de la historia de autodestrucción de una pareja y del amor, el que necesitaban más allá de todo, con una crudeza sin paliativos. Las proyecciones audiovisuales reforzarán esa sensación en la que tanto la actriz Nathalie Poza, como el actor Pablo Derqui, hacen un trabajo hermosísimo en una magnífica e impecable representación. Ambos interpretarán al piano y la guitarra parte de los temas y cantarán muy acertadamente las letras de Lou Red, con la exhibición de una voz magnífica para la canción de Nathalie Poza, la cual confiesa que el cantante neoyorquino es el artista de su vida y haber tomado contacto con la música de este álbum con sólo 11 años de edad.
Buen texto del trío Juan Villoro, Juan Cavestany y Pau Miró. No han desdeñado ninguno de los recursos dramáticos a su alcance para construir este soberbio poema musical que te retrotrae a los años más duros de la heroína y los mejores para el rock and roll en los temas de Lou Reed. Por acá y por allá asoman la angustia existencial de la búsqueda de uno mismo, la incomunicación en el mejor de los lenguajes del teatro del absurdo o la ternura como la otra cara de la moneda de la violencia. Todo puesto blanco sobre negro, sin circunloquios ni aditamentos estériles, en el desnudo cuadro de una vida enfrentada al muro insalvable de uno mismo frente a la sociedad y sus contradicciones.
Alrededor de una cama, el personaje de Jim evocará a Caroline y la historia de su amor; una Caroline entregada a la heroína que se prostituye y acaba perdiendo sus hijos para encontrar, finalmente, la muerte en el último de sus intentos de suicidio. La desesperación en esta relación tormentosa empujará a Jim a la violencia y la impotencia más dolorosa ante un amor que es como un tiovivo en el que el vértigo domina toda la relación. Desde la angustia de la soledad, Jim no puede dejar de amar a Caroline y sentir que debería desatarse de su recuerdo.
Una obra, como he dejado dicho, magnífica; un gran poema –porque todo se sostiene sobre la intensa subjetividad de la poesía- que se construye con la música de uno de los grandes de la música, el autor de Berlín, en la que –repetimos- se cimienta esta pieza dramática y del que conservo en la memoria y conservo en vinilo álbumes como Rock and Roll Animal, Heroin o Sweet Jane. Lou Reed, cantante y guitarrista que abordó los temas de la prostitución y la transexualidad, habiendo padecido él mismo, con 14 años, duros tratamientos psiquiátricos y sesiones de electroshock para “curar” o corregir sus tendencias homosexuales. De esos mimbres está hecha la obra de teatro ante la que nos enfrentamos el pasado domingo en el teatro Barakaldo.
Largo será el aplauso para los autores y actores ya mencionados, y largo será para todo el equipo técnico, músicos, vídeo, escenografía y, en fin, cuantas personas que con su inteligencia y trabajo han hecho posible que el teatro viva en cualquiera de sus formas con la autenticidad de lo honesto y sincero; en este caso, recreando la esencia de una época y de las inquietudes más profundas del hombre a través de la música de Lou Reed.
González Alonso
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