Kotondarrak
Teatro de títeres.- Sala BBK de Bilbao
26 de diciembre de 2021
Compañía Anita Maravillas
Idea original: Miren Larrea
Intérpretes: Miren Larrea y Maren Basterretxea
Iluminación: Ion Chávez
Música: Fran Lasuen
Dirección: Iván Alonso
Digámoslo una vez más, el teatro de marionetas o títeres es teatro para todas las edades; es teatro adulto y es teatro infantil, esa edad de la magia abierta a todos los aprendizajes.
Digámoslo también y vaya por delante, la compañía Anita Maravillas no sólo entiende y domina el arte teatral de las marionetas, sino que le aporta un estilo personal y único que se corresponde con una expresión artística en la cual la belleza y la plasticidad del trabajo de títeres se traduce en un lenguaje poético de extremada sensibilidad para contar una historia. Tampoco es ornamental ni gratuito el contenido de esa historia; nos pone ante la realidad del mundo para descubrirnos y señalar los aspectos dolorosos y los obstáculos que impiden la felicidad. Porque no hay posibilidad de ser felices en un mundo injusto basado en la violencia de la explotación y las desigualdades sociales que atentan contra la dignidad de las personas.
Es, lo comentado en el párrafo precedente, la conclusión y el aprendizaje de una persona adulta; ante el mismo espectáculo el público infantil descubrirá otros matices y aprenderá las mismas cosas, pero vistas con otra mirada. Algo no estaba bien en el monte donde había lobos y peligros; algo no estaba bien en la fábrica donde las mujeres que cantaban no se sentían contentas con lo que les pasaba, fue -más o menos- la conclusión de una niña de seis o siete años asistente a la representación.
De la puesta en escena se pueden subrayar los aciertos de interpretación, el ritmo adecuado y mantenido con el que se desarrolla la acción, la belleza y emoción con que se presentan las escenas más dramáticas, la dulzura y delicadeza en el tratamiento de las relaciones personales en la familia y el conocimiento de la psicología infantil que refleja el tratamiento de los personajes protagonistas en su relación con la madre y entre ellos. No son menos importantes otros dos aspectos que permiten vehiculizar el desarrollo narrativo; nos referimos a la música y, por supuesto, a los efectos de luz y la ambientación del espacio escénico. Sigue leyendo

Representación, por la forma y el contenido, para adultos. Tal vez despiste el que se trate de teatro de marionetas y eso haga acudir a la sala a padres con sus hijos pequeños. ¡A ver cómo se lo explican luego en casa! Al menos, algunas de las preguntas que oí hacer a una niña a su padre, situados detrás de mí. No es ningún drama, pero las situaciones planteadas y sus finales no son nada inocentes y están muy por encima de las capacidades de juicio, las necesidades, las expectativas y las habilidades infantiles.

Al final del espectáculo de este montaje teatral, el aplauso y el abrazo desde el corazón, surgen espontáneos y naturales, continuándose por unos minutos más en el recibidor del teatro donde actores y marionetas invitan a los espectadores que abandonan la sala a compartir un delicioso té moro y admirar, una vez más como un regalo, la destreza y arte de estos actores que, fundiéndose de nuevo con sus marionetas, en un montaje de manipulación de las mismas, ofrecerán un pequeño concierto con una batería, un acordeón y un saxo desafinado.