PLOTINO

PLOTINO
(Licópolis, 205/270)

Plotino, austero, así explica la realidad  última;
algo más allá –clama y declama, protesta y dice- del confín del  pensamiento
y el lenguaje.

Plotino era un poeta y disertaba
en la escuela  platónica de Alejandría;
aunque  él, como filósofo,
no alcanzara a pensarlo
como lo piensa el poeta
en sus poemas
y quejas.

No tienen las personas –nos grita y nos advierte- capacidad  mental
de comprender  la realidad  última en sí misma
-expone-
ni tampoco entender la implicación
y el alcance total de su existencia
entregadas como están, ay, al  hacedero
y tan trillado camino de la fe
y la certidumbre.

Se han sumado las épocas, multiplicado los tiempos,
y  pasado las guerras
por los cimientos  roqueros de las más altas y poderosas
fortificadas ciudades, desaparecido
imperios
y nacido naciones.

Empero,  las palabras de Plotino resuenan  con su  torva  belleza
todavía
de oráculo que se hace  augurio
y enseñanza
en  laberintos de argumentos de la augusta matemática
y la filosofía.

Fueron, digo, en verdad, buenos tiempos aquellos
de entrega al conocimiento
y al aprendizaje
los tiempos de Plotino y  los neoplatónicos estudiosos
regalados de virtud como las uvas
se arraciman en las viñas.

Y hoy creo que, como nunca lo han sido, fueron tiempos también
de inmejorable poesía
de la ciencia
arraigada en  el verbo reflexivo
de la bien arbolada fronda de la razón.

Debemos –digo-  a Plotino muchos versos, todos
los que discurren buscándose a sí mismos,
todos los que escriben nuestras vidas
con su carácter melancólico y reflexivo
y todas las lecciones
pronunciadas en la escuela de Roma
con vehemencia
para los siglos.

González  Alonso

Favete linguis

FAVETE LINGUIS
(Cállate la boca)
(Al hilo sarcástico de la lectura de Séneca en “De la vida feliz”)

Bien armado del sistro predicaba
como autorizado prócer en los foros
la enteca virtud de las riquezas,
el regolfado curso de la vida
y las odiosas inepcias de poetas
nocherniegos
con sus versos donosos
y las secas razones de su verbo.

Luciendo bayardo en su pretexta
condenará al patíbulo
con el arte cisoria de su punzante
dicacidad
al confeso de gozos
como gozque dañino o cautivo falsario
del deleite del poder y los placeres.

Ora hemeródromo infatigable, ora a caballo
y adornado de clámide y laureles
llegará escrupuloso a todas las distancias
y alcanzarán a todos sus seguras sentencias, filósofo
entre los filósofos,
horra de vicios y ambiciones.

Mas, al cabo, no renuncia nuestro sabio a las riquezas
que  niega a los demás como bastardos, carentes
de la virtud
que sólo en él reconoce. Y predicar con el ejemplo
no es opción a suponer, pues con la sola intención
a él le basta.

Atento a la naturaleza de las cosas
sin hesitación espiga
sus intenciones y sus actos y los eleva
a los altares de los dioses que sin pudor  a ellos
se equipara. ¡Qué orgullosa vanidad,
qué solemne estulticia! ¡Qué apariencia
y frivolidad!

Siguió el filósofo exhortando. Sus adeptos
supieron asegurar sus riquezas con sus prédicas
y ejercieron la ilegítima virtud
de la caridad
a la vista de los ojos del pueblo. Así nada
cambió en efecto
y la monarquía de dios se consagró triunfante
con depravada perversidad
en el mundo, sin tropiezo ni atraillajes
en la historia yente o viniente
del curso de los años.

González Alonso

Nota.- No intenta el poema -ni su autor- ser o hacer un alarde cultista ni ser un pedante discurso filosófico; el vocabulario transcrito ha sido escogido de la traducción de Séneca y forma parte del juicio crítico –pretendidamente mordaz- de su postura ante la virtud y el placer.

Sistro:- Instrumento formado por platillos pequeños que se hacen sonar agitándolo
Prócer.- Eminente, elevado, alta dignidad
Regolfado.- Regolfar: cambio repentino o retroceso de la corriente de un río
Enteco.-  Enfermizo, débil, flaco
Inepcia.- Cualidad de necio
Nocherniego.- Trasnochador, nocívago, nocturno
Donoso.- Con gracia y donaire
Bayardo.- Caballero valiente, fuerte o valeroso
Pretexta.-  Toga romana con un borde de color púrpura, usada por ciertas clases sociales y funcionarios
Arte cisoria.- Conjunto de reglas para trinchar la carne
Dicacidad.-  Agudeza y gracia en zaherir con palabras; mordacidad ingeniosa
Gozque.- Perro pequeño muy sentido y ladrador
Falsario.- Falso, embustero, mentiroso.
Hemeródromo.- Corredor profesional en la antigua Grecia encargado de llevar mensajes a largas distancias.
Clámide.- Capa corta y ligera que usaron los griegos, principalmente para montar a caballo, y que después adoptaron los romanos.
Horra.- Libre, exento, desembarazado.
Hesitación.- Duda
Estulticia.- Necedad, falta de juicio o estupidez.
Atraillaje.- Atadura, correaje.

Homo sum

HOMO SUM
(Homo sum: humani nihil a me alienum puto.
Soy hombre: nada humano me es ajeno)
Terencio

Mira y ve que no estás solo
y una alargada sombra te acompaña;
mira las otras sombras que la cruzan
y susurran sus quejas a tu paso.

Mira que el hombre se hace junto al hombre
y que sólo es persona en compañía,
sólo es en el dolor y la alegría
a medias compartidos con su nombre.

Recuerda esto, Terencio te lo advierte:
Soy hombre: nada humano me es ajeno”,
y la voz de los siglos lo recuerda
para el bien que, común, a todos sirve.

Como en otras palabras de Lucrecio,
tal vez de tanto y tanto ver el cielo
en su noche estrellada y complaciente
la belleza de tan oscuro velo
te parezca ya en nada sorprendente.

Oye, si no, en la voz de Cicerón
hablar desde su firme y fiel discurso:
Esto te digo, -dice-
no hemos venido a nacer
para nosotros sólo
. Y a Séneca advertir
locuaz y estoico:
Si para ti quieres vivir, debes saber
que debes antes
vivir
tú para el otro
.

Recoge, pues, tu sombra a tus espaldas
y en el humano abrazo solidario
aligera su pesada carga.

Ser persona, ser miembro, ser ramaje
del tronco del robusto árbol
que a la sociedad sostiene
y no perdida sombra solitaria
es ser;

amar el mundo en su esencia
natural, -os digo- libre de dar,
libre de recibir y libre
en libertad
del yugo
de la inútil y estéril compañía
de la soledad.

González Alonso

Auri sacra fames

AURI SACRA FAMES
(Quid non mortalia pectora cogis, auri sacra fames! ¡A qué no obligarás a los corazones mortales, maldita hambre de oro!.- Virgilio)

Debo hablar de nuestro tiempo. ¿Pues qué, sino? ¿Acaso
el futuro no será fruto de éste?
¿No somos, por ventura, huella del pasado
y cicatrices de sus heridas?
Debo hablaros de esas cicatrices
y las heridas heredadas, las que aún supuran
en la carne de la ambición
humana
y late en los corazones cegando los sentidos
abrazada a la vida como la asfixiante hiedra
a los muros de la casa que hunde sus raíces
en las piedras.

Mirad a los déspotas del mundo
y veréis su reflejo
en los ojos de las gentes
que llenan las urnas
con sus votos. La locura
elevada  al poder, la necedad
hecha ejemplo, la mentira
hecha verdad, el crimen convertido en acto
de justicia, el odio en sus acciones
y las bombas sobre todos los rincones de la tierra.

¿No veis, acaso, la muerte viniendo a vuestra casa?
¿Para qué os servirá todo el oro del mundo
cuando no haya nada que conseguir?
Porque vosotros seréis los siguientes
en la lista de exterminio
de los déspotas del mundo. Sabedlo. Vuestro voto
es el reflejo de un alma pervertida
y vuestro final, esclavos
de la protervia
y verdugos
de la paz, necios presos
de la idiotez insolente
y ciega
de vuestros raquíticos corazones
para acabar con el regalo de la existencia,
el desprecio de la honda capacidad del pensamiento
donde la razón sea para la vida
fuente de sabiduría
corriendo fértil con el rumor
de los ríos profundos.

González Alonso

El pensador

EL PENSADOR

El pensador es ave de presa sobrevolando en círculos
el azul del cielo que busca explicaciones
en la tierra. Siempre alerta. Siempre
en el trabajo
de mover la noria de las eternas preguntas
para extraer el agua siempre escasa
de las respuestas.

El pensador, en ocasiones, es aquél que duda
y mira al cielo
desde su finita pequeñez y su torpeza
entregado a la pasión
de entender los límites
de lo infinito
que su razón no alcanza; y otras,
la compleja realidad de su existencia.

Y se pregunta
cómo siendo Yo
Soy el que sueña, Soy
El soñado
y Soy quien habla y quien
lo cuenta. Tres personas distintas, tres
únicos personajes
máscaras del mismo Actor.

Como el dios plural transformado en Uno
cree entender
cómo es tres Personas a la vez
sin dejar verdaderamente de ser Uno..

Y, entonces, duerme tranquilo
a la orilla de sus pensamientos
hasta el próximo día.

González Alonso

Ser viejo

SER VIEJO
Dum spiro spero – Cicerón
(Mientras respiro, espero)

Acarician los ojos
lo que acariciaba
antes
la pasión.
Cabe todo el amor
en el beso
de un abrazo,
la mirada ensimismada,
la palabra que alcanza
apenas
a mover el labio.

Por entre las nubes rotas
de la edad
llueve la ternura.

Pasan los días.
Ser
sólo tiempo,
memoria retenida, reloj
de horas desgastadas.
Ser viejo.

González Alonso

In uquoque virorum bonorum habitat deus

IN UNOQUOQUE VIRORUM BONORUM HABITAT DEUS
(Un dios habita en el corazón del hombre bueno)
Séneca

Busco respuestas sobre la muerte
en el corazón de los hombres buenos,
morada de generosos sentimientos
en los que habita un dios. Respuestas
filosóficas
construidas con los mimbres de la razón
y el pensamiento; respuestas
mitológicas
habitadas por seres luminosos que pueblan
los espacios inaccesibles de la experiencia; respuestas
teológicas,
las que bucean la invisibilidad de los dioses
y sus poderes, que exceden
los límites del Universo.

Y no encontraré la respuesta que busco;
siempre algo fundamental queda en suspenso,
como un árbol frondoso de ramas anchurosas
que arañan el aire con  rumor inacabable.

Un último intento. Y vuelvo al corazón del hombre
para preguntar de nuevo.
Paciente, el hombre bueno, desde la inmensa mirada
de la dulzura, la visión insondable
del amor, observa y me invita a buscar con más ahínco
más respuestas.

Tardo
en comprender mi torpeza,
en encontrar para la muerte
las respuestas
poéticas
que tenía para la vida.

Porque el corazón del hombre bueno
es como el pozo espacioso que acoge en calma
entre las sombras
todas las respuestas,
las únicas posibles. Y
vienen a mis labios –luego-
como agua fresca y fecunda,
y determinan el sentido de los actos
y la razón del tiempo
que inexorable empuja las agujas del reloj
de la existencia
hasta el último impulso.

González Alonso

VALORES

VALORES
Bondad, verdad y belleza
todo es cortado de una pieza

(
Refranero)

Verdad, pero no
absoluta. Verdad
que duda; verdad que hermana
y construye puentes,
luminaria en mitad de las sombras
de la noche,
madre
de la justicia.

Bondad alejada
de la compasión y la
misericordia; bondad que acaricia el amor,
se abraza a la amistad en el placer de compartir
el éxito de los demás, hermana de sus fracasos,
humilde y solidaria.

Belleza en cada gesto,
gota de luz, roca que arde,
hierba sola entre millones,
y única.

González Alonso

Sencillez

SENCILLEZ
Senzillesa
(A Mía i Emili amb afecte. Poema antic)

Se enviaban cartas con frases largas de palabras deslumbrantes
y bellas.
Enviaban papel mojado en tinta de bolígrafo.
Enviaban sueños asépticos y cansancio concentrado.

Y en la distancia el amor era deseo.
Y en la distancia el deseo era pasión.
Y en la distancia se consumía su impaciencia.

Alegraron las horas con promesas de besos.
Suspiraron con ofrendas de abrazos
y caricias
que cubrían las noches con el calor de sus cuerpos
y el frío del invierno.

Todo lo hicieron y todo lo intentaron.

Al final concluyeron
que lo mejor era amarse
sencillamente.
***
S’enviaven cartes amb frases llargues de paraules enlluernadores
i belles.
Enviaven paper mullat amb tinta de bolígraf.
Enviaven somnis asèptics i cansament concentrat.

I en la distància l’amor era desig.
I en la distància el desig era passió.
I en la distància es consumia la seva impaciència.

Varen alegrar les hores amb promeses de petons.
Varen sospirar amb ofrenes d’abraçades
i carícies
que cobrien les nits amb la calor dels seus cossos
i el fred de l’hivern.

Tot ho van fer i tot ho van intentar.

Al final varen concloure
que el millor era estimar-se
senzillament.

González Alonso