Archivo de diciembre 2016

20
Dic
16

El TCA en el Guggenheim de Bilbao: Entremeses cervantinos

Entremeses de Miguel de Cervantes

TCA.- Teatro Clásico de Almagro
Gestión y dirección artística: Antonio León Fernández

Museo Guggenheim de Bilbao
19 de diciembre de 2016

Los conocidos entremeses, destinados a llenar agradablemente el hueco entre las grandes comidas, cumplían la misma función en las representaciones teatrales cuando el teatro llenaba toda la tarde, y aun el día, de la vida de la ciudad o villa donde hubiera corral de comedias.

Lope de Rueda ya los había cultivado y dado impulso con el nombre de “pasos”. Miguel de Cervantes se suma a este género considerado menor, pero muy aceptado por el público, porque estaban hechos para hacer reír y eran breves. Pero, además de su carácter de entretenimiento, los entremeses encierran en su interior una resuelta crítica de los aspectos más relevantes de la sociedad de la época que, con el pretexto de la broma, ponen ante el público don desenfado y desparpajo.

El grupo teatral que gestiona y dirige Antonio León Fernández desde Almagro, el TCA (Teatro Clásico de Almagro), nos ha traído a Bilbao y el museo Guggenheim dos de los ocho entremeses cervantinos en este final de año en el que el museo cumple sus primeros veinte años de andadura y en el que se cumplen los cuatrocientos de la muerte del genial autor del Quijote.

Antonio León y su elenco teatral, en el que se cuentan nombres de actores como los de Norton Palacio, Vicente Nové, Félix Espinosa, Daniel Moncada y actrices tales como Covadonga Calderón, Elena Alcaide o Luna Almansa, entre otras, llegadas las fechas veraniegas del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, cumplen esa función de las representaciones de los entremeses ofreciendo, entre unas y otras puestas en escena de las obras grandes en los distintos teatros de la ciudad –incluido el Corral de Comedias- sus puestas en escena en un “corralillo” emplazado en una de las callejuelas adyacentes a la Plaza Mayor.

En esta ocasión, sobre el escenario formado por un carromato al estilo de los usados en tiempos de Lope de Rueda –según explicó Antonio León- los actores, con desenvuelta maestría, nos dejaron dos joyas en forma de entremés: El vizcaíno fingido y El retablo de las maravillas.

En El vizcaíno fingido, muy al estilo de Lope de Rueda, los actores y actrices del reparto subrayaron con gran acierto las insinuaciones de los personajes en este episodio que  –sin intenciones satíricas- nos ofrece la historia de un par de villanos o pequeños truhanes decididos a estafar a una prostituta aprovechándose de la circunstancia de que ésta –dada su condición- no podría acudir a la justicia. La buena actuación de los cómicos, bien apoyada en el extraordinario texto cervantino, desarrolla acertadamente en el tratamiento dramático, tanto el fingimiento del vizcaíno como la psicología de las mujeres.

El retablo de las maravillas, segundo entremés puesto en escena, basado posiblemente en un texto de El Conde Lucanor (Don Juan Manuel, 1330) tiene un marcado carácter moral y didáctico. En este episodio se cuenta cómo unos cómicos muestran un tapiz mágico en el que el público puede contemplar escenas extraordinarias que no podrán ver los bastardos. En el caso de Cervantes, agregará la limpieza de sangre y el ser cristiano viejo a las condiciones para poder ser testigos del prodigioso retablo. En medio del enraizado prejuicio de considerarse, por encima de todo, cristiano viejo –aun a costa de declarar ver lo que no existe- Cervantes apuesta por la valentía del cristiano nuevo, que será el que desmonte toda la farsa. Bien conocida es la preocupación de Miguel de Cervantes en este aspecto que tanto le afectaba por su ascendencia judía y que tan bien reflejó –como pudo y mejor supo- en el Quijote.

La tarde de entremeses cervantinos en el Guggenheim concluyó de la manera más amable y agradecida que pueda imaginarse por el público que llenaba la sala, con el regalo para el que esto escribe y su compañera de recibir el saludo personal del cuadro escénico y de Antonio León personalmente, gesto que les agradezco sinceramente y ocasión que aprovechamos para trasladarles nuestra admiración junto con la firme decisión de seguir acudiendo a la cita teatral de Almagro en su festival veraniego, y de nuevo allí ofrecerles nuestro aplauso que vaya, ahora, con nuestro abrazo y el reconocimiento a una labor tan importante y necesaria para la vida e “instrumento de hacer gran bien a la república” –que diría Cervantes-, labor tan sacrificada como difícil en todos los tiempos que corrieron y que corren.

González Alonso

15
Dic
16

Solsticio de invierno: Ya llegó la Navidad

Antigua la costumbre humana de celebrar los ciclos estacionales. Cada solsticio y cada equinocio traen aparejadas fiestas que se relacionan con la Naturaleza. El solsticio de invierno es la Navidad en los tiempos actuales y los países de tradición cristiana. Pero subyacen ritos más antiguos, leyendas y creencias con gran fuerza en muchas de sus manifestaciones. Con ellas quiero felicitaros estas fiestas a quienes sentís el deseo de celebrarlas y a los que no, que hay circunstancias que no son para hablar de festejos, os deseo que pronto recuperéis las ganas de disfrutarlas y vivir algo de su magia en la versión que más os plazca.

Con el «ramo leonés«. Lo que antaño fue una rama de árbol y que hoy día cobra diversas formas en bastidores de madera adornados de colores con su significado: blanco de la nieve y la pureza, rojo del calor y el fuego, verde de la promesa de la primavera… y colgado de frutos y alimentos para pedir a la madre tierra que nos proteja de los rigores del invierno. Se coloca en las casas y en los pueblos se procesiona acompañado de cantos de coplas parecidas a las que se incluyen aquí, una recreación propia en la letra y de Paco Mallada en la música.

Con la «Vieya’l monte«, personaje de las leyendas leonesas que viene a traernos regalos a grandes y pequeños. Esta «vieja del monte» es una bruja buena que antiguamente regalaba pan y alimentos para sus hijos a los padres que iban a trabajar al monte. Los guajes o niños no podían verla, solamente las personas mayores.

La «Vieya’l monte» empieza en estos años a aparecer sentada al pie del «ramo leonés», y en el solsticio de invierno, coincidiendo con «la nochebuena», nos dejará regalos y golosinas o algún juguete para los más pequeños.

Un villancico. Junto al portal de Belén, esa bella representación del nacimiento de un niño, metáfora del nacimiento de la vida, la familia y la esperanza, las canciones sencillas de pastores y los regalos de reyes magos o sabios, son entrañables. Aquí, el que compusimos Paco y Mallada y yo; él, en la música, y yo en la letra.

Son leyendas, son tradiciones, son costumbres. Viajan de un lado para otro y recorren el mundo. Éstas que aquí quedan son leonesas y encuentran sus equivalentes en muchos países, sobre todo de América. Ojalá sirvan para unir a los pueblos, compartir la idea de vivir en un mundo mejor, celebrar la paz. Que, al menos, todo ello alcance nuestros corazones y sirva para recordarnos el largo camino que nos queda para conseguirlo y el corto camino que es la vida.

Salud.

05
Dic
16

Miradas

 

Miradas

Cuando miro hacia arriba
me siento enano.

Soy un gigante
cuando miro hacia abajo.

Cuando te miro a los ojos
sólo sé
que soy persona.

Si veo la tierra
miro hacia abajo.

Si veo el cielo
miro hacia arriba.

Si veo la alegría
me miro en la sonrisa de tus labios.

González Alonso

 




diciembre 2016
L M X J V S D
 1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031  

Archivos

Traductor / Translator

Categorías

Páginas

Escribe tu dirección de correo electrónico para suscribirte a este cuaderno, y recibir notificaciones de nuevos mensajes por correo.

Únete a otros 1.029 suscriptores

Estadísticas

  • 353.538 visitas

Comunidad de lecturas