Como cantas
vives
por la herida de la mina
y el taranto, voz de agua
y timbre de metales.
Vives como cantas
al ritmo de las olas azules de tus costas
a donde llegan los peces y los hierros
que arrastraron los trenes
de la historia.
Voz de canto es tu voz
hundiéndose en la tierra
donde florecen cobres, plomo
y oro
amasados en milenios
de hornos primigenios,
soles ardientes que forjaron la leyenda
de tus cimientos
volcánicos.
¡Qué dulce amor al paso de las brisas
por la árida piel que pueblan los palmitos
con sus frutos verdes
y desérticos!
Como espejo del mar
te veo, atalaya
de las miradas que alzan el vuelo
a tus costas de sal.
Como húmeda promesa amarrada
a los anzuelos
del palangre entre las aguas
te siento, en la fértil luz que las corrientes mecen
sobre las plácidas praderas
de poseidonias
te poseo.
¡Qué sueño, qué ilusión,
qué canto!
¡Qué tacto de esperanza!
González Alonso
.
Comentarios recientes