Los días de julio
Cuando se llaman los grillos en la noche
y atruenan las chicharras
al sol del mediodía
y las colmenas
son un zumbido frenético de abejas,
cuando se aquietan las truchas
en las pozas
y el mar detiene sus olas a la orilla
de las playas
y todo duerme y sestea
entonces yo extiendo el mantel de los recuerdos
y sé que la vida se multiplica,
se agranda y crece entre los días de julio
como pájaros de luz.
Y sé por qué no fue una derrota
al final de aquel verano
lo que mató a don Quijote,
sino
en la forma del hidalgo Alonso
Quijano, el Bueno,
la vida no pudo resistir
la muerte de la ilusión.
González Alonso
Comentarios recientes