11 años de Lucernarios. Aniversario
Como el mismo Oriente Express, lanzado a recorrer el mundo por los raíles de la poesía, Lucernarios, este cuaderno que podría llamarse “de poesía y otras hierbas”, sigue su marcha. Al tren que arrastra la locomotora con sus motores y sus resoplidos de fuego y vapor, se le ha enganchado el vagón número 11 de este año 2020 que pasará a la historia por la pandemia de coronavirus Covid-19 y las trágicas consecuencias a nivel sanitario, económico y social. Pero, a nivel personal, también tengo a día de hoy cosas que celebrar en este viaje; en primer lugar la suerte de conservar un buen estado de salud, luego la de contar con un entorno familiar y círculo de amistades envidiables, y en el terreno de las actividades humildemente literarias el haber escrito el prólogo para el último libro de un buen amigo y, sobre todo, la edición de mi tercer libro de poesía en solitario tras “Testimonio de la desnudez” (Fundación Jorge Guillén.- Colección Maravillas Concretas- Valladolid, 2015) y “Lucernarios” (Ediciones Vitruvio, 2016).
Del último libro, constreñido en su nacimiento por las condiciones de la pandemia que no hacen posible su presentación en público de manera presencial, sólo puedo decir que es un buen hijo, un conjunto de 70 poemas prologados por la periodista María Merino y publicado por Ediciones Vitruvio en su colección Baños del Carmen con el título general de “Ruido de ángeles”. Se vende, no sin algunas dificultades de entrega, a través de las librerías, y aparece en Internet en las páginas de La Casa del Libro y Amazon, además de algunas otras plataformas. Sé de algunos buenos amigos que ya se han interesado en este “Ruido de ángeles” y, claro está, también me gustaría contar con tu interés. Espero que sepáis comprender y disculpar esta autopromoción en el espacio de celebración de este aniversario.
El tren, realizada su parada en la estación otoñal de noviembre, sigue su marcha. Agradezco a cuantos habéis viajado hasta aquí haciéndome tan grata compañía, e invito a los demás a subir y descubrir los paisajes de este cuaderno Lucernarios tomando asiento en el vagón número 11, relajarse y dejarse llevar hacia la próxima estación. Un abrazo. Salud.
González Alonso
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