Sopla el viento del sur. Por la caliente
altura de sus nubes se derrama
el vino de la vida. Todo inflama
de otoñales colores el presente.
Sopla el viento del norte. Ya se siente
el rigor en el frío de su fama;
el fuego del hogar pronto reclama
y en sus horas la edad su fin presiente.
Ya lo que al este de la vida queda
apenas será viento de añoranza
que envuelve la memoria en fina seda.
Viento al oeste, sombra de alameda,
el alma recogida en su templanza
y un aroma de luz y rosaleda.
González Alonso
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