CELEBRANDO 12 AÑOS
En primer lugar, mi agradecimiento a cuantos leéis, dejáis vuestra huella a través de ese gesto amable de pinchar en el “Me gusta” o con unas palabras a modo de comentario y saludo en cada entrada de este cuaderno. Sois uno de los motores principales de esta nave de la poesía y otras hierbas. Mil gracias por ello.
Y el 12, ese número que los matemáticos denominan como semiperfecto, pentagonal y sublime (sin que sepa cabalmente qué significa), se nos aparece de muchas variadas maneras, profundas, misteriosas o divertidas en algunos casos. Los 12 meses del año. Las 12 tribus de Israel. Las 12 veces que la Luna gira en un año alrededor de la Tierra. Los 12 apóstoles de Jesucristo. Los 12 del cónclave de Qumran. El 12 de octubre de 1492. Las 12 del mediodía y las 12 de medianoche. Los 12 cascabeles de la canción de Joselito. Las 12 puertas de Jerusalén. El 12 como número atómico del magnesio. Los 12 nervios craneales. Los 12 dioses de la mitología griega. Las 12 letras de mi fecha de nacimiento: siete de marzo. Las 12 uvas de fin de año. Las 12 estrellas de la bandera de Europa como símbolo del orden cósmico, la perfección y la unidad. Los 12 frutos del árbol de la vida…
Seguro que muchos de vosotros podréis completar la lista del número 12. Si lo hacéis y me lo hacéis saber, estupendo. Yo concluyo aquí, el 12 de noviembre, con este aniversario feliz. Un abrazo y salud.
González Alonso
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