Y fecundan los páramos hambrientos
y determinan geografías cultivadas.
Las acequias del tiempo
en venas de agua dibujan los paisajes;
¡qué luz posa su levedad en los pétalos,
qué aroma en espirales se alza al aire!
Mi voz es un sí de rotunda
afirmación; vida hecha de pie
y herramienta que labra
la palabra que nombra y adjetiva
y reclama del mundo la cordura.
No es mi escritura palabra
recreada en angosto verso
ni en poesía yacente
si la vida que multiplican los pólenes
y las abejas, mana en la frescura
de las miradas de los ojos de los niños
o en las pupilas de los viejos
se entrega en último resplandor
cuando se llenan las estancias de recuerdos.
En vertical vivo, en pie
canto. En vertical
escribo.
Julio G. Alonso
Comentarios recientes