Almería
Qué sequedad de espartos y piteras
cubre tu agreste altura de verano
mientras el sol entero, duro y plano
arde en el seco cauce de las rieras.
Qué milagro de verdes primaveras
se multiplica en montes de la mano
breve del agua de la nieve, en vano
intento de ahogar cuencas y riberas.
En la ardiente pujanza del desierto
te elevas, Almería, en hierro y cumbres
de mármoles y olivos milenarios
con tus gentes, memoria de un incierto
heroico ayer de lucha ardiendo en lumbres
de justicia y de cantos libertarios.
Abrazos solidarios
de quienes buscan mejorar su suerte
son tus costas a salvo de la muerte.
González Alonso
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