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Esan dezaket
loreak etorri zaizkigula; ordea, udaberria
oraindik urrun dagoela ere
esan dezakegu.
Esan dezaket
mundu honetan badagoela jendea
goseak hiltzen dena;
beste jende batzuek, bitartean,
ugaritasunak hiltzen dituela ere
ikus dezakezu.
Esan dezaket
umeek negar egiten dutela
gauez ametsgaiztoak dituztenean; ordea,
jakin badakigu ere, herri batzuetan
eztandako bonbek egunero akabatzen dituztela.
Esan dezaket
euria goian-behera ari duela
leku batzuetan
eta beste leku batzuetan urarik gabeko iturriei
ura tantaka dariela.
Ez dakit zer gehiago esan dezakedan;
nahiz eta munduko egoeari dagokionez
oso latza izan,
bizirik jarraitzen dugu eta esker oneko
hitz hauek
ezin dutela tristezia ezabatu
esan diezazueket.
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Puedo decir
que nos han llegado las flores; en cambio,
también podemos decir
que la primavera está lejos todavía.
Puedo decir
que en este mundo hay gente
que muere de hambre;
mientras tanto, también podéis ver
que la abundancia mata a otra gente.
Puedo decir
que los niños lloran por las noches
cuando tienen pesadillas; sin embargo,
también podemos saber que en muchos países
las bombas que explotan los matan
todos los días.
Puedo decir
que está lloviendo a raudales
en muchos lugares
y en otros muchos lugares
a las fuentes no les sale ni una gota de agua.
No sé qué más puedo decir;
aunque la situación del mundo
es angustiosa
seguimos vivos; pero debo deciros
que estas palabras
agradecidas
no pueden borrar la tristeza.
Julio G. Alonso
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Como leonés afincado en Euskadi, en donde fui bien acogido, eché raíces, amigos y familia, deseo manifestar mi respeto y aprecio por la lengua vernácula, el euskera, de singular belleza y riqueza expresiva. Pese a no dominar este idioma y emplear, ordinariamente, el castellano en las relaciones diarias y en la escritura, me propongo realizar el esfuerzo de utilizarla en algunos poemas y escritos. ¡Me gustaría tanto poder hacer lo mismo en Lleonés! Pero en la que debió ser mi lengua original sólo puedo conformarme con oírla y leerla en las escasas -cada vez más- oportunidades que se me brindan.
Las lenguas son una riqueza y un patrimonio de la Humanidad que deberemos respetar y conservar; sirven a la comunicación de las gentes desde los sentimientos, la emoción y la cultura, a veces milenaria, de sus raíces. Guardan inmensos tesoros que está en nuestras manos no perder.
Nota.- El poema está originalmente escrito en lengua vasca o euskera y posteriormente intenté la traducción al castellano. Resulta realmente difícil encontrar las expresiones adecuadas con la fuerza expresiva equivalente en otra lengua; pero he querido hacerlo para facilitar la comprensión del contenido del poema a todos cuantos se acerquen a leer este texto y que no hayan tenido contacto con este idioma u ocasión de aprenderlo. Espero que sirva y, aunque antes de publicarlo lo sometí al criterio de algunos amigos, pido disculpas a los posibles lectores euskaldunes si encontraren algún defecto de forma. Pero si fuere así y me lo hicieran saber, mucho mejor para mejorar y seguir aprendiendo.
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