El faro de febrero
El faro que me orienta es tu memoria
entre los días de febrero presa,
pusiste allí el calor cuando los labios
fueron besos de amor que el frío besa.
No aparto de su luz ya mi mirada
y mi alma hecha bajel a ti regresa
en busca de la orilla de tu pecho,
flor de la edad y del naufragio ilesa.
Ya adivino las costas de tu abrazo
en el rumor del aire que no cesa
de traer en su aliento tus palabras
con el dulce llamar que me embelesa.
Daré por buenas todas mis derrotas
y por bien empleada toda empresa
de aventura, de amor, de locos sueños
por ser en ti pasión, juego, sorpresa.
González Alonso
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