la tierra duerme,
sueña el narciso. Con castañas junto al fuego
los filandones; se oyen los lobos
y el ulular del viento
como un cuchillo,
¡qué frío! La tierra duerme,
crujen los leños, arden
y crujen,
¡qué frío! La larga noche,
los filandones,
naranjas y limones, sueña el narciso. González Alonso
