.
.
Campana que en la espadaña
permaneces tan callada,
silenciosa;
si el cielo no nos engaña
pronto oiremos tu llamada
temerosa.
Nos llegará en el lamento
de tu voz de bronce puro
ya doblando,
el dolor del sentimiento
que irás con toque seguro
pregonando.
¿De quién, dínos, es la muerte?
¿De quién la triste noticia
tan temida?
¿Quién, al cabo, de esta suerte
siente la postrer caricia
de la vida?
–Mirad los campos baldíos,
mirad los pueblos sin gentes,
despoblados;
ved las aguas de los ríos
y los montes y sus fuentes,
asolados.
Si es humana la esperanza
no hay esperanza posible
en este trato,
pues ya esperanza no alcanza
donde alcanza lo increíble
del maltrato.
Así, con la tierra herida,
grito al aire en tristes sones
anunciando
que no es posible la vida
a la vida y sus razones
renunciando.
La desmedida ambición
todo lo acaba y consume
con presteza;
y ha de ser la conclusión
que en muerte así se resume
la certeza.
Cuando gimió la campana
su respuesta de esta suerte
así contando,
nadie la oyó en la mañana;
sólo se la vio a la muerte,
meditando.
González Alonso
Dejo a pie de poema la misma nota publicada en la entrada Coplas a lo que en la vida importa (14 de octubre de 2011), pues se trata del mismo tipo de composición:
Las coplas de pie quebrado eran conocidas en los siglos XIII y XIV y las usó el Arzipreste de Hita. Presentan varias formas, pero la que se hizo más famosa fue la llamada manriqueña o sextilla manriqueña a partir de las Coplas a la muerte de mi padre, de Jorge Manrique, siendo muy popular esta forma durante el siglo XV. Posteriormente, con diferentes variantes, emplearán este tipo de composición autores como Zorrilla y Espronceda en el Romanticismo, Rubén Darío en el Modernismo o Rafael Alberti en la Generación del 27. Incluso tengo entendido que el cantante y poeta Joaquín Sabina compuso alguna canción con estas estrofas.
Las estrofas de este poema son manriqueñas, de rima consonante que siguen la estructura: 8a-8b-4c-8a-8b-4c Ni que decir tiene que os animo a intentar trabajarlas. Se prestan bien para contar historias de carácter moralizante o para temas amorosos o los de carácter reflexivo; su ritmo ágil facilita mucho la lectura y presentan una suave musicalidad.
Me gustaría que os gustasen… y gracias por leer e incluso comentar.
Comentarios recientes